No solía hacerlo la verdad. Y bien que se notaba. La primera vez que hizo la colada se cargó toda la ropa y hubo que tirarla.
Pensaba no volver a hacerlo. Sólo había que ver cómo hablaba de la lavadora. Acabo de darle al play. Estoy rebobinando la ropa. Y ya ni entremos en confundir la cubeta del detergente con la del suavizante...
Se juró a sí misma no volver a ponerla. Aunque el dos de mayo o el uno de madrugada tuvo que volver a hacerlo. La ropa volvió a quedar totalmente destrozada. Pero daba igual lo mejor era tirar con todo aquello.
Si hasta la "asistenta" estaba aquel martes, aunque le tocaba librar, 20 años después se acordaba de quienes fueron a la casa aquella tarde, vaya memoria.....pero atontada, que esa no es la historia oficial, que el niño no comió en casa... Y el miércoles papi fue a hablar con el marido de la asistenta, que absurdo, en festivo para arreglar el portalón. Luego se fue a tomar el vermú al Náutico.
ResponderEliminarLo mejor de todo es que algunos de los que fueron aquella tarde a Villapaloma no estaban en Vigo creo! Claro que veinte años después! Qué sabe nadie?
ResponderEliminar¡Hola! Es lo que pasa cuando no se tiene experiencia, los fallos. Un abrazo ❤️
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