Son los que más gritan, los que pisan a los demás, los que quieren imponer su verdad, los que hablan desde un plano de superioridad que nadie les ha otorgado. Los que tratan a los demás como figurantes.
Los que tienen envidia, los que se alegran de las desgracias de los demás. Los que critican a todos incluso a ti. Y es triste porque hay muchos más de los que parece.
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