Se asomó al balcón del taller de costura de su familia en la calle Alfonso XIII, desde allí tenía una vista privilegiada de todo García Barbón.
Desde allí vio los primeros coches de la ciudad, los grandes funerales de Santiago de Vigo e incluso algún gran desfile militar.
La calle tenía mucho flujo de gente gracias a la estación de tren y estaba "jalonada" de pensiones y casas de comidas, precisamente también gracias al tráfico de la estación
No hay comentarios:
Publicar un comentario