Parece una mala metáfora que algunos querrán malinterpretar.
Con su muerte quizás vuelvan los juegos de poder que tan ajenos serían a la Iglesia que el de Nazareth quería.
Aunque a veces parece que Dios se equivoca como esta semana santa que en vez de pasión y muerte nos programó un diluvio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario