Outfit navideño proAbel para gente de luces
Short Pretty Woman
Jersey seminarista.
Casero navideño, Tedi.
Sobrecamisa “miliko”
Look Senegal en Vigo
Vestido de sulfatar de luxe!!
Continuará…
Vigo, política, retranca, Casa Real e vida en xeral
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Jersey seminarista.
Casero navideño, Tedi.
Sobrecamisa “miliko”
Look Senegal en Vigo
Vestido de sulfatar de luxe!!
Continuará…
Cuando supo que iban a detenerle P huyó a toda prisa del pazo a pie, pidió un taxi fuera en la carretera secundaria, pero al andar a oscuras no se dio cuenta de que había un coche circulando por el arcén . Y allí acabó su última carrera, siempre un paso antes de la policía. A costa de lo que fuera, aunque fuese de su muerte.
Ficción.
Ahora en Navidad es tiempo de compensarlos. Los que nos quieren y lo demuestran,los que siempre tienen un minuto para nosotros. Nosotros también lo encontraremos para ellos. Para devolverles lo que nos dan . Porque son imprescindibles y porque también los queremos. Los que no saben de excusas por muy liados que estén. Porque ellos sí valen la pena. Feliz Navidad para los que siempre están, los que nos quieren y nos siguen la pista. Nosotros también estamos ahí para ellos siempre que nos necesitan.
Aquelar vale para todo: arranxar, colocar, axeitarse é un verbo total.
“Safar” con seseo “zafar”sen seseo significa eludir, evitar, canear, ter sorte.
Reparar tamén vale para todo: arranxar, pensar, reflexionar, compensar.
Estos días hablando de buena genética me acordé de Jorge, mi vecino de edificio cuando fui a la universidad. Era de Vitoria pero podía ser tranquilamente de Bilbao.
Una de sus frases favoritas era: “ Yo no soy de Vitoria, Vitoria es mía”.
Hablaba de su genética y supongo que también de su virilidad:
-Tía, tía que “ yo exporto genes”’como diciendo que le sobraban y era de buena calidad. Mientras nosotras pensábamos: exporta, exporta que aquí “no te los quiere nadie”.
Ray tenía todo el despacho lleno de croquis. De todos sus casos. Las interrelaciones personales entre los sospechosos, los testigos y las víctimas. Algunas relaciones eran latentes, a veces eran insospechadas y alucinantes. Pero eran la clave de muchos de sus casos.
Ya no se acordaba de tener una pinza en el estómago, de no tener hambre. De analizar cada palabra como si fuese poesía. De ese nervio, de esa sensación de ir colocado, de andar dos palmos por encima del suelo, de flotar. De aquellas sonrisas estúpidas, de aquella sensación de nirvana, de sentir las pulsaciones del corazón como si tuviese vida propia. De vivir como si la vida tuviese banda sonora. Y era maravilloso, pena que no fuese real.