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martes, 5 de febrero de 2019
La vida de Pablo
Pablo Arias estaba sumido en una terrible depresión y aislamiento cuando conoció a María, se aferró a ella como a un clavo ardiendo o a la última tabla de un océano. Sólo ella consiguió que abandonase aquel rictus de tristeza y amargura...
A lo Titanic...
ResponderEliminarEn la tabla cabían los dos.
:) besos.
Bien por ella.
ResponderEliminarContinuará, supongo...
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