miércoles, 30 de diciembre de 2020
Lo que la montaña esconde...
El día de Navidad estuve en A Lama, en A Xesta. Una maravillosa aldea de montaña desde la que se ven hasta las Cíes y a veces nieva.
Tendrá entre veinte y cincuenta vecinos, y el único bar de las tres parroquias a la redonda.
Aquí el tiempo corre distinto. Sus vecinos son cosmopolitas, han estado en México o Brasil y tienen hijos en Estados Unidos. Siguen aferrados a la tierra que les vio nacer, pero contienen las lágrimas cuando hablan de sus aventuras internacionales.
Son buena gente. Allí en la cima de su montaña José María abre el bar para nosotros y nos invita a desayunar; es navidad, estamos a tres grados y no hay nada abierto en quilómetros. Él trabaja en Bilbao y le lleva el bar su mujer. Aquí donde se para el tiempo algunos viven en Alemania aunque vuelven cada quince días.
Alrededor de esta montaña hay buena gente y una inocencia muy difícil de encontrar en personas que han recorrido medio mundo, pero al final han vuelto al hogar.
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No imaginas cuánta morriña me ha traído tu texto. Bueno, se sumó a la que ya llevo conmigo habitualmente. Volver al hogar... tan difícil que está en estos tiempos...
ResponderEliminarFeliz 2021, que más allá de las sorpresas que traiga podamos vivirlo y aprender de él.
Moitos bicos!!
Bicos Alís!! Algún día volverás se queres... e grazas a todos os que estades fóra facendo grande este o noso país!!!
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