Dice Tarruella que si la Audiencia de Pontevedra hubiese abierto juicio oral con jurado popular el imputado estaría ya en la cárcel.
Fue Tarruella y su informe los que permitieron que el cuerpo de Déborah se exhumase.
De la exhumación y gracias al proceso de saponificación del cuerpo en sus uñas se pudieron encontrar varias fibras y un cabello. Las fibras del cuerpo de la víctima son coincidentes con las que aparecieron en el arcón y en la manta/edredón en el que se presupone que el imputado envolvió el cadáver. Tanto el arcón como el edredón* fueron regalados por el imputado a una persona de su confianza en aquel momento. Cuando esta persona se percató de que podrían estar relacionadas con el caso las puso a disposición de la justicia.
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