El caradura no renuncia. Insiste, insiste e insiste con sus mentiras hasta la obsesión; hasta creérselas él y cambiarlas cuando conviene. El caradura hará todo lo posible por ganar la partida con peores cartas pero marcándolas o comprando las que necesite para que las cuentas le den.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario