Y si Marta es ministra?

Ya nadie cree en un pacto de gobierno y menos a tres.Pero en los últimos días tengo una pesadilla recurrente. Y si Marta es ministra? Marta está muy próxima a uno de los grandes líderes de uno de los tres partidos que se sientan estos días. Marta es de Levante y por eso tiene alma fenicia. Para ella todo tiene un precio: la sonrisa, la conversación e incluso el trato. Trato preferente al de más poder. Compartimos clase con ella, y pasaba horas peloteando al profesor. Trepa, interesada y arribista. Lo primero era llegar y llegar antes que nadie. La podías encontrar bajando al campus y no se paraba, para llegar antes a clase y coger mejor sitio. Es de ese tipo de personas, cada vez hay más, que nunca acompasan su ritmo al de un niño, un anciano o un discapacitado. Quieren llegar antes,adelantar, trepar sobre todos. Ya ha estado en dos partidos con 43 años, y ahora es diputada.Sale en muchas fotos al lado del líder, o al lado de dónde ve la foto;ya sea el niño de Bescansa, o Rivera,o Pedro. Y allí está Marta, y su camino seguro no acaba aquí. Como no acababa en la ermita del campus, ni en el despacho del rector. A veces noto su mano en los discursos de su líder: sobre todo los que hablan de tracas y de fallas. Y tiemblo al pensar que Marta pueda ser ministra. Qué hará con el país? Qué hará con los que menos tengan y menos puedan?Pues como hacía con nosotros en la bajada al campus, dejarlos en el camino para coger el sitio mejor.

Unhas eleccións sen morbo

Non sei se irei votar, téñenme farta todos, os tres. Os da G porque parecen os da P, os da O porque saben que os da P van gañar e andan de xeonllos facéndolles favores para que cando gañen non os traten mal.
Xa todo o mundo sabe que o rexistrador de Pontevedra vai gaña-las eleccións; xa ten preparada a tesoira de podar na casa de Sanxenxo. Os seus amigos xa fregan as mans e preparan caixas de puros pra lle regalar.
Os figurantes, eses seres patéticos que cambian de beirarrúa política con cada cambio de goberno xa están escorando a dereita e xurando que sempre estiveron aí.
O único que non sabemos é o que este señor nos ten preparado, aínda que o intuímos.
O 20 N como hoxe veremos pasear polos colexios electorais eses vellos en formol que só saen para votar ou para ir de camposantos. Hai quen di tamén non exento de mala hostia que tamén eses habitantes dos cemiterios, sobre todo os de alén mar tamén van ir votar.