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domingo, 2 de enero de 2022

El año en que pasó todo

 Quien nos iba a decir en un principio de año como este que aquel era el año en que iba a pasar todo.

lunes, 20 de diciembre de 2021

En perigo a vivenda histórica do veterinario de Salvaterra











É necesaria unha rúa nova no centro de Salvaterra? Estragando a vella vivenda do veterinario González que xa fóra dos seus sogros, as froiteiras e o vello magnolio con máis de medio século de vida. Non é parte do encanto da vila esas vellas propiedades con finca na avenida Castelao? Hai que arrasar con boa parte desa finca, accesos e zona verde? Non se poden repartir as cargas coa finca lindeira ou non interesa? A casa chega á Cristina, a terceira xeración con moito esforzo e traballo, e é símbolo do século pasado desta vila, sería unha pena estragala. Hai outros xeitos de facer as cousas. Debemos protexer a nosa historia, o encanto da nosa vila, porque Salvaterra é Salvaterra porque non se parece a Salceda onde se construíu sen respetar volumes nun momento determinado.
De levarse a cabo Cris quedará, sen finca, sen garaje e perderá unha das entradas da casa. De todas as demais fincas afectadas ningunha ten vivenda como a de Cris.
Ela pide unha modificación do trazado para non estragar totalmente a súa propiedade; non é tanto pedir, se lle fan este estrago igual lle compensa irse para Vigo a un piso, sen finca, sen árbores coa estrada pegada... con toda a parte de abaixo inutilizada; tendo que abrir outro acceso ;así se estraga a validade de vida de xente como Cris que apostou por vivir na vila dos seus avòs, tendo unha vida máis doada en Vigo.

viernes, 17 de diciembre de 2021

El hijo de puta de luxe

El hijo de puta de luxe tiene empresas en por lo menos dos países y también se llama Pablo. Quizás no lo investiguen o no lo investiguen mucho pero tiene una manía muy reiterada: quemarle los coches a sus ex y a sus nuevas parejas. A veces ni siquiera va él tiene pasta y cara dura para contratar a otros.

sábado, 4 de diciembre de 2021

Cuatro meses en UCI COVID

Gracias a mi trabajo hoy he conocido a dos personas singulares y maravillosas que pasaron meses en la UCI COVID del Cunqueiro. A uno lo conocéis casi todos: Antonio Estévez, la voz del Celta en la Cadena COPE , Germán Alonso nació en Valladolid, pasó la mayor parte de su vida laboral en Citroën y también es un gran aficionado al fútbol. A sus 73 años fue uno de los primeros enfermos COVID de la primera ola que acabaron en la UCI. Estuvo cuatro meses allí, el que más. Para el equipo médico sanitario es casi como un hijo: un gran logro del equipo, salió de allí con vida y es un ejemplo motivador para los demás. Se lo ponían de ejemplo a Antonio Estévez, de aquí se sale y se puede estar así de bien. Se conocieron en diferido y por referencias hasta hoy. El ojo periodístico del ahijado de Germán( el periodista deportivo Tomás Alonso) decidió que se tenían que conocer de verdad y hoy fue el día. Emocionados compartieron experiencias: qué maravilla la primera ducha que me pude dar yo solo, y cuando también fui autónomo para ir al servicio. Al salir de la sedación no me podía tocar la nariz, no tenía masa muscular nos dice Estévez. Al principio los avances son muchos y rápidos, luego se hace todo más lento coinciden. Yo pasé solo dos meses en el hospital , mi familia no me podía venir a ver nos dice Germán. La intubación y el aislamiento lo agitaron un poco según le contaron las enfermeras, él no se acuerda. Sí del cariño con el que lo trataron, la profesionalidad; cómo le ponían la bici o el "pedalier" sobre la cama para que hiciese ejercicio. Antonio Estévez también recuerda emocionado como en UCI donde pasó casi tres meses sin ver la luz del día: un día alguien del equipo se compadeció de él y casi desmontó la cama para que él pudiese ver la calle, un gesto que hoy a él le emociona. Lo mejor de su enfermedad es haber conocido al gran equipo humano del Cunqueiro y ahora conocerse ellos. A a Estévez le enseñaban fotos de Alonso con el sacho en su finca de Gondomar, ahora seguro que es Estévez es el que anima a Alonso. Estévez vuelve mucho por Cunqueiro a agradecer al equipo que lo salvó; les llevó a enseñar su trofeo de vigués distinguido. Alonso lo lleva de otra manera, le cuesta volver allí, le impacta aquel silencio , ver a aquellos astronautas blancos que le salvaron la vida. Los dos hablan de la máquina ECMO que hizo posible su recuperación y de la importancia de la fisioterapia y la rehabilitación y del cariño de los suyos. Se aferraron a la vida y ni entienden como hay quién cuestiona la enfermedad; deberían todos visitar nuestra UCI, nosotros se lo podemos explicar. Estévez aún no tiene pulmón para acercarse al micro, Alonso se dedica aún a medio gas a su huerto. No se quejan de su mala suerte, agradecen a la vida seguir aquí. Ninguno de los dos cometió ningún exceso, sólo tuvieron mala suerte, Alonso ni siquiera sabe cómo se infectó. Ahora sus enfoques vitales cambiaron: la prioridad son la familia y los afectos. Hoy hemos sido testigos del inicio de una hermosa amistad.

lunes, 29 de noviembre de 2021

Lo que Almudena nos contó

Ella nos dijo aquello que les costaba tanto decirnos a nuestros padres y a nuestros abuelos. Porque aquí hubo una guerra horrible que ellos quisieron olvidar. No opines, no te signifiques, no digas. Tacha rojo pon encarnado ( me decía mi abuela),quita libertad pon paz (también me decía) y yo creo que a ella le daba igual pero aún tenía ese miedo latente que la dictadura les inculcó. Por eso les tenías que preguntar con sacacorchos quién es este que está vestido de soldado? Y qué uniforme raro lleva ! Y ponía la cara color grana. Hasta que preguntas en qué bando estuvo. Y al final de dicen que no hubo muchos héroes y cada uno luchó en el bando que le tocó. Galicia azul y Levante y Madrid rojo. Y luego mucho miedo, mucha represión y mucho silencio. Y un inmenso velo de olvido que Almudena levantó.

domingo, 28 de noviembre de 2021

Creo que mi abuelo era anarquista...

... cuando iba al pueblo siempre me llamaban la nieta del anarquista. ( Les oí). Quizás era mentira le decían las demás. Antes en los pueblos decían cosas así cuando querían crucificar a alguien le calzaban un sambenito de estos. Hubo un tiempo que dejaron de comprar en la tienda de mi abuela. Ella nunca quería hablar de aquello . Sólo una vez se soltó. Ya casi no me acuerdo cómo empezó a contar todo aquello. Cuando el abuelo trabajaba en la mina de wolframio; aquel día contó tantas cosas que no soy capaz de recordarlo todo.