Esta semana se cumplen también veinte años de la primera noticia. Creo que era un lunes cuando llegué a mi empresa como siempre con el pelo mojado; oye que ha desaparecido una chica en Vigo. Hemos quedado con su familia al principio de Samil. Estaban haciendo una búsqueda. Recuerdo a su tío Federico que era el portavoz y también a su hermano que de aquéllas me pareció un niño con una cazadora náutica. Recuerdo que me dijo : mi hermana fue a un programa de la tele, tenéis imágenes de ella. Era un programa de búsqueda de pareja que presentaba Alberto Comesaña. Pronto lo encontraron los compañeros de documentación.
También recuerdo que en aquel momento trabajaba en mi empresa un amigo de la familia que me dijo, esto ha sido el novio que acaba de llegar de Argentina. En los años y los meses siguientes aquello se me olvidó. Se publicaron cien mil teorías y noticias y se rumorearon otras tantas más.
Se llegó a decir que se sabía quién era pero que no había habido delito.
En aquel tiempo no desaparecían chicas en Vigo. Luego empezó a pasar: Sara Alonso en Vigo y Águeda González en Baiona, en ambos casos se descubrió al autor. En Vigo nos queda clavado este caso, que no es el único. Muy parecidos también el de Sonia Iglesias en Pontevedra y Rosa Arcos en Corrubedo.
También vinculados con Vigo son el caso de la azafata de tierra de Peinador, Elena Calzadilla, de María Teresa Troncoso cuyo cuerpo apareció en la ría de Vigo y de Ana Fernández Barreiro cuyo rastro se pierde en la autovía A-52 cuando su marido la deja allí tras una discusión.
Ojalá en este caso podamos cerrar el círculo, veinte años después, una cifra bastante redonda.
