Sonia Iglesias, un caso demasiado fácil?

Sonia Iglesias se pierde en pleno centro de Pontevedra el 18 de agosto de 2010. El último en verla es su compañero sentimental, a quien acaba de dejar.

Julio Araújo que comparte un hijo con Sonia, se queda sin pareja, sin casa porque es de los padres de ella, y con un acuerdo de visitas del hijo según el abogado de él. No tiene trabajo.

Parece un caso de violencia de género clásiquísimo: me dejas y te mato.

Sonia había empezado una nueva relación con un alto ejecutivo de una empresada telefonía en Latinoamérica. En el momento que ella desaparece él está en Punta Cana con su exmujer. Tienen una última conversación por teléfono el día anterior. Desde un móvil que ella guarda en la taquilla de su trabajo porque Julio parece que controla sus llamadas.

Con posterioridad a su desaparición trasciende que Sonia Iglesias pide ayuda a una asociación de mujeres maltratadas porque él le amenazó con una pistola.

No ha dicho nada a su entorno, todos sí que saben que se va a separar y que tiene una nueva relación. Todos-todos, hasta el abogado de Julio;  todos menos Julio que dice que la pareja iba bien.

Julio no participa en ninguna de las batidas que se hicieron para buscar a Sonia. Si tanto la quería se podría haber preocupado.

Gracias a la desaparción de Sonia, Julio se queda con el piso que habitaban y la custodia del hijo común.

La cartera de ella aparece en el poblado gitano de O Vao. supermercado de droga pontevedrés. El repetidor de la zona captó allí el teléfono de Julio el día de la desaparición. ( Dicen que a veces las líneas se saturan y pasa la señal, al siguiente repetidor, qué casualidad!

Julio dice que dejó a Sonia en el zapatero y se fue a casa a planchar, que había mucho tráfico aquel día en el centro pontevedrés. Las cámaras de tráfico dicen que no, que el tráfico era muy fluído y que el coche de Julio pasó; qué casualidad cerca de la casa de San Mauro que la Policía Científica inspeccionó esta semana.
El carnet de Sonia aparece días después a las puertas de la que era su casa, en la que ahora vive él.

Los que salen por Pontevedra saben que él es un. Hombre de excesos, que a veces habla de más, incluso con las cámaras de los cajeros.

Muchos, seguramente la familia de Sonia también, están seguros de que sí desde el primer momento se hubiera investigado el caso como un asesinato de género, ahora no estaríamos así.

Con la hipotética supuesta posibilidad de que el hijo de Sonia haya estado viviendo estos años con el asesino de su madre.

 Con una abuela rota de dolor

Y ahora qué buscan? Restos orgánicos, ocho años después?  A ver qué queda, alucino, por favor!

Y qué hace el hombre que dirigió la investigación en sus orígenes cascando en televisión? Mejor sería que hubiese trabajado de otra manera hace ocho años, digo yo.en España hay demasiada presunción de inocencia opino yo.Aquí los” supuestos, están más protegidos que la gente normal.Los asesinas y los delincuentes económicos viven como marajás en las enfermerías de nuestras cárceles mientras nuestros Yo quis, los que atracan un taxi. Un banco o roban um croissant apenas pueden salir al patio.

Ahora dice que Julio tiene cáncer y después de que se sospeche que metió a Sonia en

 Un panteón familiar, Julio entró en shock.Por qué lo llevan a Santiago, para qué no se metan con él?

Yo sólo espero que laPolicía, sí esta vez acabe su trabajo y la justicia también. Y también pido una modificación legal, porque hay muchos casos como este sin resolver.Aquí en España somos muy garantistas y muchos delincuentes zafan, incluso a pesar de su cortedad mental, piensen si no en el Chicle o el Ladrón del Códice, si eres un poco listo y estás bien asesorado, aquí no te pillan nunca.Tendrías que hacerte un selfie con el cadáver y colgarlo en YouTube, porque si le mandas La foto a tus amigos en un grupo de guasap, quizás no valdría, porque sería “ privao”.