Puedes tener mejor discurso cuando estás en la oposicion. Cuando puedes pasar el día criticándolo todo, y todo puede ser criticado pareces más listo y mejor.
Lo que es delirante es que hagas oposición cuando estás gobernando; y en Galicia tenemos dos buenos ejemplos: el alcalde de Vigo y e propio Feijóo.
Claro que siempre disparan hacia arriba, arrogándose una representación que no tienen. Quizás movidos por antiguos traumas. Abel quiso ser presidente de la Xunta y no lo votaron y Feijóo quizá aspiró a lideral el PP español y el ruido de dossieres lo disuadió.
Ahora por favor gobiernen tienen mil resortes para hacerlo, múltiples decisiones que tomar. Para eso están, céntrense en su nivel y dejen en paz el plano superior. Durante un tiempo funcionó el llanto y la queja y la denuncia de acoso político por parte del superior.
Están ahí para comunicarnos sus logros y su gestión para eso se les votó. Es a otros, a la verdadera oposición , a quienes toca criticar.
Hace años en comunicación política toda la culpa se le echaba al gobierno anterior: la crítica recurrente a la herencia recibida. Ahora se mira hacia arriba y se critica al superior , obviando que a lo mejor eres tú quién debías resolver, como por ejemplo la conselleira de política social echándole en cara los muertos en residencias gallegas al gobierno de Madrid.
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