Contigo nada fue casualidad, desde que pisaste la empresa. El director general preguntó por qué no le habías llamado. Luego fue todo un camino de rosas para ti. Mientras los demás asumían los peores trabajos , le petit prince sólo pisaba moquetas y hacía trabajos finos. Es que yo valgo un montón decía, pero había otra explicación, o varias...
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