Allí a poco que hurgabas todo el mundo se conocía. Cuando encontró a Jose al poco supo que sus madres se conocían mucho, casi amigas. Sus abuelos también habían coincidido en los juzgados de la capital de la provincia y aunque ninguno se acordaba habían jugado en el patio del mismo colegio,quizás hasta habían coincidido algún año.
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Há sempre alguém que conhece alguém da nossa família e tudo se transforma numa memória.
ResponderEliminarObrigada pela visita; espero que volte.
Beijos e abraços
Marta