Comento lo absurdo de la cobertura del caso de Daniel Sancho con los del after. Y uno me dice: tú no sabes. Dos amigos míos que fueron gigolós fueron asesinados. No es lo mismo que te aten a una cama dos horas que cuarenta horas.
Y yo: pero cómo gigoló de hombres? Y me dice: estás muy equivocada no sólo los hombres gays tienen relaciones con otros hombres.
Volvía de jugar al póker como todas las semanas. Eran las dos de la mañana cuando perdió el control de su vehículo con tan solo 25 años.
Tenía un apellido doble, importante pero muy poco dinero. Algunos decían mucho don pero poco din.
Empezó haciendo pequeños bisnes en su barrio con el Ranilla, un pequeño contrabandista portuario.Luego se casó con la hija de un importante naviero internacional, así pudo montar su naviera. Luego la dejó a ella y a la siguiente y la tercera le dejó a él montando un escándalo que marcó época.
Constructoras, navieras y petroleras y palcos de fútbol y también un accidente naval con cariz ambiental q marcó otra época.
Llevo meses haciendo noticias de okupación: falsa o no. En la última me dijeron: este edificio lo compró desde la cárcel uno de los proxenetas más famosos de Vigo. Quería que viviesen aquí sus expupilas de mayor edad. Si fuese así el gesto me parecería generoso. El caso es que creo que en el edificio se tabicaron los pisos y se cobraba un alquiler por habitación.
Muerto el preso, heredó su hijo que parece que sigue cobrando un alquiler a través de un extraño administrador.
... bramas por esa boca como si no hubiese un final. Gritas, argumentas y revocas. Pero al final pierdes. Todo fuegos de artificio.
Que cada cosa que veo no me influyese; que no sintiese como propio todo aquello que pasó. Que te den igual tus amigos, tus hermanos o el sitio en el que naciste; que te dé todo igual menos tú!
La información y la opinión fluyen libres y salvajes y sin contrastar en las redes en los foros y en el periodismo ciudadano. Y todo aporta, siempre sabiendo lo que lees, ves y quién opina. Porque a veces en los medios convencionales tan asépticos y contrastados o manejados a veces nadie te dice con su cara y con su nombre lo que piensa o lo que de verdad ocurre. Por eso yo valoro este sexto poder, este submundo De cañerías subterráneas que no son cloacas como las que a veces nutren a la prensa convencional.
Porque en sus palabras libres y salvajes muchas veces está la verdad.
Y aunque pasen a veces ciertos límites son como la naturaleza o los ríos que a veces desbordan pero son de verdad!
