Allí está en silencio, con su cara de geisha, con su rictus de no haber roto un plato, conspirando en silencio. Callada como una puta, sonriendo a quien conviene, y ofreciendo silencio a los demás. Como si nada pasase, a menos que le afecte a ella. Y así se cree que es feliz.
Me encantan estos minicuentos (no me acostumbro a lo micro)
ResponderEliminarFíjate, con 4 frases y todo lo que consigues.... Me atraparon todas las imágenes que me vinieron a la cabeza leyéndote