martes, 22 de enero de 2019
El perfume de mi abuela
Su aroma me transportó al siglo pasado, ese que tú atravesaste año a año hasta más de ochenta, primero pensé que era almizcle, base de todos los perfumes de vuestra época; dulce, conocido, limpio, como una vuelta a casa, a ropa planchada y sábanas recién cambiadas. Pero era ámbar y lavanda según reza el frasco.
Ahora cuando me la echo la impresión es otra; me huele viejuna; digamos “ vintage”. La magia se perdió, el aroma no.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¡Es verdad...! ¡qué bien lo has explicado!.
ResponderEliminarA mí también me huele a antigua.
Se perdió la magia, porque la magia estaba en ellas.
Tienes toda la razón Tracy!
ResponderEliminar