Estamos en el nacedero del río, junto a un salto de agua. Al lado una vieja nave, una vieja fábrica de papel de hace dos siglos, que luego fue fábrica de hojalata y secadero de bacalao. El edificio aún tiene un porte distinguido de vieja estructura industrial semiabandonada.
Un buen lugar para tener un viejo taller de reparaciones semilegal. Una de tantas naves abandonadas que tú y tus secuaces usáis para dejar aquello que no interesa, o albergar vuestros negocios ilegales.
Si siempre aparcabas en el parking Alameda por qué aquellos días lo dejaste en el robotizado? Sabiendo cómo sabes lo mal que funcionaba y que te podía dejar el coche “trincado” varias horas. Cuántos días estuvo el coche allí? No lo necesitaste?
El teléfono no tenía sonido, pero se le iluminó la pantalla. En el remite su nombre.Ya no pudo seguir leyendo el periódico. Con la pantalla se le iluminó la cara y también el corazón.
Coñecín a Oroza hai vinte anos, estaba eu con outra persoa que o coñecía e mo presentou. Antes me dixo, pero non sabes quén é? O gran poeta beat. Trunfou en toda España e en Nova Iork. Eu non o sabía. Falou con nós un anaco. Deume a sensación dun home absolutamente só, que enganchaba conversa con calquera. Que patrullaba as rúas de Vigo para deterse a falar. Volvíno ver moitísimas veces máis, sempre me transmitíu esa imaxe de absoluta soidade. Por iso agora penso en por qué toda esta xente que se preocupa por el, por qué non lle fixo un pouco máis de caso cando vivía.
