sábado, 18 de enero de 2014
La secta
En todos los trabajos hay sectas o tribus, por lo menos dos, a veces tres. Los que mandan y los que mandaban y los no alineados. Cada secta tiene un líder espiritual, un "iluminatti" que decide todo lo que los de la tribu deben hacer. Lo que está bien y lo que está mal, a quién se le debe de saludar de modo afectuoso y a quién se debe hacer luz de gas.Y luego están los extras, los que siguen silenciosamente ese guión que no han escrito ellos.Fuera quedan los no alineados, los que están hartos de seguir consignas o de hacer lo que otros decidan que hagan.El precio es una gozosa libertad y una dulce indiferencia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Este año soy el más mayor, en edad, de las personas de mi trabajo, unas cuarenta. Creo que ya he entrado en eso de la "dulce indiferencia". No sé si es bueno o malo, y no siempre los más jóvenes lo ven así, como una indiferencia de ellos hacia mí, pero yo sí, y creo que es inevitable, esta transparencia, que tiene su parte buena, no creas.
ResponderEliminarEn nuestra sociedad la juventud es un plus positivo que la edad madura, por decirlo suavemente, no tiene, salvo escasas ocasiones y trabajos.