sábado, 29 de septiembre de 2018
Entre el Opus y el porno
La maravillosa profesión que ejercemos: el periodismo, a pesar de sus miserias y carencias nos permite conocer al gran abanico social desde abajo y hasta arriba, pasando por en medio.Como don Juan Tenorio: “A las cabañas bajé ,yo a los palacios subí”.Supongo no haber dejado como el literario seductor: “ memoria amarga de mí”.
Los profesionales de la sanidad pública, lo tengo pensado algunas veces también se cruzan en su día a día con lo más granado de la sociedad, lo más común, lo más vulgar o lo marginal.
Y esa es la grandeza de nuestro trabajo que con el mismo calzado( nunca sabemos adónde iremos) vas a un palacio, al club financiero o a un cobertizo marginal( pendello, alpendre, cuberto, alboio) o infravivienda.
En este nuestro paseo vital pisamos alfombras persas, sintasol, farrapos( jarapas) o bosta de vaca( estrume) o tierra quemada da igual. Y un día entrevistas a un Obispo y al siguiente a una estrella del porno, y eso-todo en general es lo mejor de nuestro maravilloso oficio.
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Un día le dije a mi padre que quisiera tener un periódico y le me dijo al día siguiente te matan.
ResponderEliminarAbrazos
Tienes razón Chaly!
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