Trabajo en una nueva empresa de teleoperadores. Nuestro cometido es rastrear las conversaciones que graba la licuadora del Lidl o las aplicaciones móviles , luego monitorizamos esa info en el PC.
Buscamos intereses y pautas sociales y de consumo, yo no sé que se hace con esa información. Pero todo lo que vemos y escuchamos parece de terror. Nadie es quién dice ser. Yo no quieto saber tanto. Qué miedo!!
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estamos en 1984... de Orwell claro ja...
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