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sábado, 16 de noviembre de 2019

Inventarse una noticia

Quizás todos los que trabajamos en esto hemos tenido esa tentación. Yo, alguna vez.No exactamente de inventarme una noticia pero sí de novelizar o “ creativizar” una historia. Hay sucesos sórdidos, vulgares y anodinos que mejorarían con una dosis de creatividad. Pero yo me corto; intento cortarme. Aunque a veces me presionen con los enfoques de otros medios y lo que cuentan los demás. O la versión que interesa al que manda; a veces como a todos no me queda otra que tragar. Otras veces son las fuentes quienes nos engañan sobre todo las oficiales. Lo confirmo muchas veces en la calle.Gran operativo policial ( y el tipo se entregó). Está en la UVI y baja de un avión por su pie. Y otras veces ya es de escándalo. Yo nunca he trabajado en prensa escrita pero muchas veces me han azuzado para que siguiese la estela de un falso titular. Y después de volverme loca para encontrar fuentes de un suceso que quizás no ocurrió, hay gente que te dice; bueno ya sabes: es un titular( a los que se les supone cierta licencia para distorsionar la realidad y llamar la atención). Los medios que yo más conozco a veces hacen grandes esfuerzos de “ torsión de la realidad” para llevar el ascua a su sardina, a veces hasta niveles nauseabundos. Ocultar lo que les perjudica y resaltar de forma desmesurada lo que les beneficia rozando la indignidad. Y luego están los otros los que inventan la realidad. Algo que me cuesta mucho creer pero que según un juzgado ha hecho Javier Negre: inventarse un testimonio de una víctima que nunca existió. Y luego está todo lo que contó el ex-director de El Mundo, David Jiménez y que abochorna o avergüenza a cualquier profesional: cómo se inventaron la teoría de ETA en los atentados del 11 M, cómo Villarejo, Inda y el Cardenal “ fabricaban” las noticias y la verdad es que para eso, nosotros no estamos aquí.

2 comentarios:

  1. Aqui llegan periodistas argentinos y se inventan noticias y el mundo las acepta como ciertas,

    Abrazos

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  2. Cadaquén conta a feira como lle vai nela. Eso decía mi madre, y según eso es inevitable distintas versiones de un mismo hecho.
    Toda mi carrera como periodista fue en prensa escrita, afortunadamente en un diario pequeño en el que curiosamente nos resultaba más fácil eludir ciertas presiones (supongo que creían que no importaba mucho lo que publicábamos), pero algunas noticias sí debían llevar algún sesgo determinado. Jamás firmé con mi nombre una información en la que se me impusiera un enfoque (ocurría a veces). Era la forma en que podía rebelarme entonces.

    Por lo demás, en prensa escrita, e imagino que en radio y televisión también, sí se puede novelar o contar las cosas de un modo más creativo. Para eso están los diferentes géneros periodístios, ¿o no?

    Bicos

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