Netflix.
Muchos aspectos son estremecedores en esta producción de Netflix basada en hechos reales que se intentaron por todos los medios ocultar.
Una jueza que parecía querer proteger al investigado, unas adolescentes que querían entrar en el mundo de la moda y a las que cada vez se les pedía enseñar más.
Pornografía de menores que se realizó aprovechando las expectativas de las chicas que nunca supieron que sus fotos se iban a exhibir en webs de ese tipo, que eran menores y fueron objeto de abusos sexuales, extorsiones y algunas violación.
Extraña protección al fotógrafo encarcelado al que se le llegaba a dar información privilegiada desde el juzgado.
Maltrato a las chicas desde el juzgado, haciéndolas sentirse culpables. Tardía actuación en el cierre de las webs del fotógrafo, lo que permitió que él siguiese extorsionándolas con colgar nuevos materiales si lo denunciaban.
Y dos conversaciones que me producen terror:
- No, eso no se puede investigar. Órdenes de arriba.
- Cómo de arriba? Sí de arrriba, calla no me jodas.
Y la segunda conversación con un fiscal del caso: yo cuando recibo una orden escrita de que tengo que abandonar una investigación estoy obligado a hacerlo. Puedo seguir con alguna diligencia pero no puedo ya investigar más.
En el nombre de ellas he escrito mucho, quizá demasiado https://togadoenlamele.blogspot.com/2023/05/en-el-nombre-de-ellas.html
ResponderEliminarAhora veo! Gracias!
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