Estoy hasta los cojones de tus salidas de tono, de tu prepotencia, de tus insultos y que nunca pidas perdón aunque la mayoría de las veces no tienes razón.
De tu superficialidad, soberbia y prepotencia. Estoy muy harta de ti. Pero no voy a perder ni un minuto de tu tiempo en decírtelo; no te lo mereces!!
Debe ser un discípulo aventajado de Fernando Fernán Gómez.
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