La fachada del monstruo

Tenía buena fachada. Era simpático, generoso, bueno en su profesión, implicado , trabajador. Pero era todo pantalla: todo fachada. Mentiroso, manipulador, agresivo. Una cosa en casa y otra en la calle. Es muy triste ver como algunos mitos se derriban en minutos. Y como de repente aparece el monstruo que a veces vimos desde fuera. El que en casa es un demonio y en la calle un ángel. Son clásicos populares que todos comocemos. El marido maltratador no te pega a ti, le pega a su mujer, el pederasta no te agrede a ti, busca un niño. La historia la conocemos muy bien, la teoría al dedillo; el problema comienza cuando el monstruo está demasiado cerca de ti.