Siempre me gustó llamarle a la costa que comunica Baiona con A Guarda,” a nosa Costa da Morte” o Costa da Morte Sur. Porque muchos pescadores aficionados o no mueren ahí. Caen en las rocas, resbalan o los lleva un golpe de mar.
Pero hubo un tiempo en que no sólo hubo cadáveres en las rocas y en el mar. Hubo un tiempo en el que los muertos llegaron a tierra y monte. Ese año fue 2002. El primer crimen ocurrió en abril de 2002, el segundo fue en septiembre de 2002 y era un ciudadano turco, y el tercero ya fue en enero de 2003, un constructor de O Rosal.
La teoría alternativa a la que nos enfrentamos dice que fueron crímenes consecutivos, encadenados e interconectados. Algo muy alucinante para mí.
Feliz Navidad
ResponderEliminarAbrazo