martes, 21 de enero de 2025
El capitán no tiene quien le escriba
Tuve una vida triste. Algunos no os lo creeréis. Lo fui todo en esta ciudad. La movía sólo con un dedo:jueces, políticos, policías. Podría haber tenido una calle con mi nombre, o imcluso un barco de las impresionantes flotas gestionadas por mi holding o por alguna de sus empresas. Pero no pudo ser. Tuvimos que optar por el perfil bajo.
Ni siquiera mi mujer quiso poner su apellido más conocido en mi esquela: ya te vale Paloma!
Parece como si hubiese pasado por la vida sin pena ni gloria. Ya nadie se acuerda de mí. Con lo que me temían y me doraban la píldora.
Tenía mano en todo tipos de clubes desde el Celta hasta los demás.
A ver a quiénes le piden dinero o favores inconfesables los que me los pedían a
mí.
Y qué será del elemento? Quién lo sacará ahora de esos mil jardines en los que mete, cómo lo hacía yo.
Ni siquiera nadie sabe mi legado: el emporio inmobiliario que monté en las islas y las empresas en ultramar. Ni siquiera una pequeña reseña en el Faro, que sí se la hacen a cualquier presidente de cualquier asociación de vecinos...qué pena !
Y todo aquello por lo que peleé habrá valido la pena? O lo destruirá el figura como hace con todo lo que se encuentra a su paso...
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