La simulación informativa

Lo de menos es la verdad, lo que a la gente le interesa. Aquí hay que amagar que se informa, que lo que contamos importa. Pero lo que interesa a quien nos ve o nos lee no se cuenta. Hace unos días un gran escándalo tocaba tangencialmente a una importante cadena de televisión. Ninguna cadena lo dio. Desde que Franco murió, perdón por mencionar al tótem, a la momia, ya casi de cuerpo presente, desde entonces el nuevo jefe de estado hizo de su capa un sayo en lo económico y en lo afectivo sin que nadie diera cuenta de ello. Se hablaba de su campechanía, de lo comedido de sus gastos y de su familia que repetía vestidos y que tenía gustos sencillos y baratos. Nada así fue. Los fondos reservados taparon la boca a sus amantes, patrimonio del estado pagó sus chalés y el CNI las protegió.

Una reina macarra

Tenemos una reina macarra y lo sabes! En España ha habido de todo: reinas católicas, castizas, ninfómanas que perdían el corsé en Lhardy y chonis y macarras como tú.
Todos vamos a sitios que no nos gustan y coincidimos con gente que no nos cae bien, y no hacemos esto.
Aprende un poco de las dependientas de Zara que sonríen siempre, de las camareras y de las periodistas de verdad que contienen las ganas de contestar, porque es tu trabajo Reina.
Y una mujer como tú no puede ponerse ropa tres tallas menor, ni ponerse a “ gobernichear” una foto a codazos, metiéndose por delante ( no te lo decían tus cámaras) y hacer que atusas el pelo de tu hija para meterle un “ mandoble” a tu suegra de través.
Eres una macarra y una maleducada. Nos avergüenzas como país, cuando te pintas los labios enfrente de Rajoy, cuando te rascas en público, cuando le dices al rey en público y en alto: es que te paras con cualquiera.
Cuando te vistes de Berska o parecido en cualquier ocasión; cuando te rellenas el culo o el pecho para lucir, cuando dónde te falta relleno es en el cerebro.
Por nosotros te puedes ir a casa: para nosotros queda instaurada la Tercera República, porque estás criando a tu hija para que sea una reina como tú.

Una reina choni

Cuando Letizia Ortiz vino a Vigo, aún era soltera y periodista y parecía la verdad una pija de Oviedo o de Madrid. Con unos pantalones de buen corte y el pelo recogido en un moño deshecho. Luego supimos que no era de rancio abolengo y que se movía mejor por Vallecas y Benidorm que por Somosaguas o Sotogrande. Ahora que es reina se ha echado más al monte aún. Su ropa "prensa", sus pantalones tipo chándal en recepciones, esa obsesión por enseñar los brazos con evidente aspecto de desnutrición. Sus estilismos repetidos de Varela que a veces parecen de modista de barrio de capital de provincia. Yo creo que sólo va bien cuando va de calle. Con lo cual la culpa de su hortera look quizás no sea de ella.Aunque a lo mejor sí es resultado de esa estilista del Cosmpopolitan que fichó hace un año. Sí de Cosmopolitan, pásmense.Quizás debería volver a su imagen de presentadora que a todos cautivó, al primero a su marido, si la historia oficial no es una milonga más.

Cambio de ciclo

Cambio de ciclo, cambio de tercio, pero no de ritmo.Nos tratan como tontos, nos engañan nos quieren sorprender, pillar con el pie cambiado para que no podamos reaccionar.Manu militari y sotto voce.Como con Franco ahora con Borbón.

Duelo de princesas

Ayer vimos a la del pueblo platicando con la del Rey. Ahora que Froilán parece Paquirrín. Que Urdangarín es como el Dioni, ahora sí que es el fin. Por mí que se vayan, que tienen tanto caché como los otros; porque la del pueblo aún tiene a la familia en San Blas y como mucho se trasladó a Paracuellos y aún se gana la pasta en televisión entre raya y raya y subidas de azúcar. Pero no roba, y no le pagamos entre todos, ella lo genera en publicidad, aunque sea de Tena Lady y de Sopas Gallo. A trabajar todos, y el de Borbón a un asilo de esos de copago, que parece que en el extranjero tiene dinero para pagarlo.

Una historia Real

Mi nombre es F.M.B soy menor, tengo 15 años. Mi madre tiene una leve discapacidad y es ninfómana, mi padre es cocainómano y es bisexual. Están divorciados. Mi abuelo es un putero y un adicto al sexo, aunque no se puede divorciar. Mi abuela vive todo el año en Londres con su novio en un hotel; sólo viene en verano y en navidad. Mi tío es un estafador de cuello blanco, lo está pasando mal ahora, pero no irá a la cárcel, en nuestra familia, todos se protegen aunque se odien, quizá siga en Telefónica... Vivimos de las apariencias. Mi madre pasa de mí, hace dos años me metió interno en un colegio de Londres, y me aburrí como una morsa. Me gusta la violencia: las patadas y las armas de fuego. A falta de ellas, siempre puedo tirar de lo que tengo a mano, en este caso un pincho moruno... Y no, aunque mi familia es una familia desestruturada que se mueve muy bien entre putas y droga, yo no vivo en el Vao de Pontevedra; mi vida transcurre entre los bajos fondos y los altos Palacios.