miércoles, 1 de mayo de 2019
El repelente niño Vicente
Llega un cuarto de hora antes. Siempre dice que sí. Soy un profesional de la hostia repite en alto delante de la alucinación colectiva. Además soy guapo y sé de todo. Esta profesión no tendría sentido sin mí. Hay un antes y un después. Todos los demás son mi coro, mis figurantes en esta película que me acabo de inventar y que se proyecta en bucle en la pantalla de mi cerebro.
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