Fíjense en sus entornos. Con la obligación de la distancia social si aún pueden salir a la calle: a hacer la compra, los recados, a bajar la basura o al perro. Fíjense a los que odiamos o nos parecen plastas les guardamos una exquisita distancia social. A otros no tanto. Fíjense también desde sus ventanas; con algunos no nos importa contaminarnos, con otros más.
Observen; no cuesta tanto, con este tipo de vida ya nos hemos convertido en unos cotillas de balcón...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Yo ya sé qué dicen de mí. A las ocho de la tarde me aplauden y yo me inclino, así todos los días. Luego sigo currando y comentándote.
ResponderEliminarEres de Sanidad o de la Poli?🙃
ResponderEliminarMeeec, de ninguna de las dos, salgo a la ventana a que me aplaudan, simplemente, luego me siento ante una pantalla y a currar :-(
ResponderEliminarNo llevo muy bien lo de las distancias. Intento compensarlas con la mirada, pero echo de menos unos cuantos abrazos.
ResponderEliminarBicos