Destrozar toda la costa: consolidar depuradoras, conserveras, papeleras, cloreras, y viejos chalets y quizás algún hotel. Llenar los montes con eucaliptos y eólicos y el mar también. Seguir con los incendios, la ganadería extensiva y la agricultura.
No hacer ni una infraestructua hidráulica más, salvo que den servicio a las eléctricas.
Después si de aquí a cincuenta años Galicia se convierte en un Mar Menor muchos quedarán sorprendidos. Esta es la pesadilla que yo tengo muchas noches.
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