El capitán era un tipo sin escrúpulos, ya lo demostró cuando estaba embarcado. No le temblaba el pulso cuando tenía que echar a algún hombre por la borda vivo o muerto. En el mar no se podía andar uno con contemplaciones y en la vida en general tampoco.
Por eso sabía muy bien cómo esquivar los muertos, cómo deshacerse de ellos e incluso cómo manipularlos para no dejar huella en ellos.
Seguro que es colega del capitán del Costa Concordia.
ResponderEliminar