Tenían demasiada información y muchas ganas de contarla y tuvimos que neutralizarlos.
Dimos unos cuantos sustos a las personas clave y algunos mediante persona interpuesta. Muchos de estos toques fueron desmesurados o desproporcionados. Usamos todas las instancias que tenemos a disposición. Después de veinte años con esta dinámica teníamos mucha práctica..También hubo amenazas y no sé si algún soborno porque eso no lo llevo yo.
También pensamos darles alguna paliza o hacerles un seguimiento como otras veces, pero al final no fue necesario.
Pero el golpe maestro fue conseguir que se pidiese un informe, uno más; así seguíamos ganando tiempo.
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