Nadie se hizo preguntas cuando alguien vino a mediados de mayo de 2002 a aquel taller de la avenida de Portanet con un golf azul. La persona que vino pidió que se retapizase todo incluso el maletero y que incluso se cambiase la espuma de todos los asientos. Algo muy extraño y muy caro, que no todos los talleres podían acometer. Para eso cómprate un coche nuevo. También pidieron que el tapizado fuese idéntico al que se sustituía. Una verdadera alucinación. Como si quisieses conservar el coche de tu padre o de tu abuelo por su valor sentimental o si quisieses ocultar algo.
El caso es que pagaron bien, muy bien; creo que por adelantado y sin factura.
La cara de los dueños cambió cuando acabó yendo por allí la policía y encontraron aquel coche allí y les dijeron que podría estar relacionado con un homicidio
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